Debemos cuidar nuestra economía doméstica. Nos gusta ofrecer consejos para, por ejemplo, poder ahorrar en gasolina o si quieres economizar el uso de la energía durante este verano. Pero hoy queremos resumirte 10 trucos para ahorrar algo de dinero todos los meses. De esta forma, conseguirás ir creando un colchón, poco a poco, para tener algo de patrimonio disponible por si pudiera surgir algún imprevisto.
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- Diseña un presupuesto realista. Debes tener en cuenta cuáles son tus gastos fijos al mes para poder establecer un objetivo de ahorro. Intenta cumplirlo mes a mes de una manera cómoda, así podrás controlar mejor tus gastos variables.
- Apunta lo que gastas y lo que ingresas. Dentro del diseño de ese presupuesto es importante llevar un control de lo que gastas y de lo que ingresas con tu nómina o de la manera que sea. Sólo así sabrás cuánto has conseguido ahorrar a final de mes y podrás ajustar el presupuesto fijado.
- Compara precios. Cuando vayas a comprar compara precios de productos e incluso busca ofertas que te ayuden a economizar el carro de la compra. Incluso puedes preguntar a amigos o familiares, seguro que saben de ese lugar donde un determinado producto está más barato…
- Controla los gastos de casa. Lo mismo que hemos visto para el verano se puede aplicar a la calefacción cuando llega el invierno y al gasto de agua. Todo lo que consigas ahorrar en tus facturas hará que al final de mes tu cuenta se encuentre más aliviada. Apuesta por un consumo eficiente con bombillas de bajo consumo, por ejemplo, y revisa la tarifa que tienes contratada para la luz, el gas y el teléfono, ya que quizá se pueda hacer algún ajuste que te ayude a reducir gastos.
- No compres por impulso. Es fundamental reflexionar antes de comprar, ya que en caso contrario nunca vas a conseguir ahorrar. Y esos impulsos, por pequeños desembolsos que sean, al final se van a notar en tu cuenta corriente. Pregúntate si verdaderamente necesitas eso que tienes en las manos o que estás a punto de meter al carrito de tu compra online.
- Paga en efectivo o con tarjeta de débito. Con la tarjeta de crédito es más difícil tener claros los gastos mensuales ya que como te llegan los cargos a final de mes puedes perder el control de las compras.
- Reduce el uso del coche. No tienes por qué ir en coche a todas partes, de hecho seguro que lo utilizas en ocasiones en las que perfectamente puedes ir caminando. Utiliza el transporte público siempre que puedas. Lo notarás en el consumo de combustible.
- Guarda tus ingresos extra. Si por el motivo que sea ha llegado hasta ti un ingreso que no esperabas, guárdalo para cuando quizá lo necesites más. Por otro lado, puedes acceder a trabajos que te ayudan a ganar un dinero extra y que puedes complementar con tu tarea principal.
- Ahorra a pesar de las deudas. Tal vez tenga todavía algún gasto pendiente pero es bueno que seas capaz de reservar algo de tu dinero para ir ahorrando, que no dejes de hacerlo por tener que pagar tus deudas. Esto puede resultar complicado, pero si te organizas bien es posible cumplirlo.
- No pienses en ahorrar “lo que te sobre”. Más bien tienes que pensar que el ahorro es, en sí mismo, un elemento más de tu administración, no dedicar aquello que te “sobra” a ahorrar. Los expertos dicen que lo bueno es descontar, como mínimo, un 10% de los ingresos y dedicarlo directamente a ahorrar y, después, ajustar el presupuesto para hacer frente a los gastos habituales.
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